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El principal problema con la energía solar, es que solo es
productiva en el día, durante la noche lo único que podemos hacer es utilizar la
energía que se guardo en una batería o bien optar por la energía de la red eléctrica.
Por esta razón los científicos de la Escuela Politécnica
Federal de Lausana (EPFL) han desarrollado una tecnología que transforma la luz
del sol en un carburante limpio, el hidrógeno, pero utilizando materiales
baratos.
En realidad la idea de de almacenar energía solar
convirtiéndola en hidrógeno no es nueva pero anteriormente resultaba un proceso
muy costoso, en comparación con el nuevo dispositivo que permite hacerlo a un
bajo costo y utiliza agua y óxido para producir la molécula de hidrógeno.
Uno de los principales problemas que los investigadores
lograron afrontar fue que el óxido de hierro, un material abundante y estable,
no es un buen semiconductor, los investigadores lograron algo más complejo que
el orín de un viejo clavo.
“Nanoestructurado”,
contiene óxido de silicio y está cubierto con una capa nanométrica de óxido de
aluminio y de cobalto: unos tratamientos que “optimizan las propiedades
electroquímicas del material, pero que son sencillas de aplicar”, recalca la
EPFL en un comunicado.
“¡El material más caro de nuestro dispositivo es la placa de
vidrio!”, explica uno de los científicos, Kevin Sivula.
El dispositivo todavía es un prototipo experimental, pero se
espera que una vez que se desarrolle por completo tenga un rendimiento del 10%
y siga creciendo hasta obtener un rendimiento del 16%.
Con este equipo se podría aprovechar al máximo los beneficios
de la energía del sol, además de que la energía podría crecer considerablemente.